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domingo, diciembre 21, 2014

DOS CANCIONES Y UN DOLOR: HOTEL CHELSEA NIGHTS Y PURPLE RAIN


Al hacer una canción, ¿tienen los músicos presentes otras? La música como actividad artística depende de la creación de un hombre, de un autor, pero ese autor, ese hombre, puede estar influido por algo que ha leído, que ha visto, que ha vivido, que ha oído.

Prince obtuvo un gran éxito con Purple Rain, tal vez su canción más conocida. Un medio tiempo, en el que el autor cuenta una historia de amor. Con una guitarra como fondo, la voz cortada y gritada a veces del cantante, la historia de esa lluvia púrpura que cubre a una mujer, nos llega como un aullido de desesperación amorosa.

Años más tarde Ryan Adams escribió Hotel Chelsea Nights, una canción con una guitarra y una voz que con una voz distorsionada y doliente nos cuenta la triste historia de un hombre que pasa sus noches en un hotel. La historia desesperada de un hombre que en una habitación de hotel, en una calle marginal, ve pasar su vida, sin que ella vuelva con él, sentada en la escalera como antes.

Dos canciones con una historia muy distinta, pero que comparten la desesperación común de un hombre. Y que comparten un sonido tan parecido que en ocasiones parece que la lluvia púrpura cae sobre las ventanas del hotel Chelsea en la noche. Unas voces iguales, que se rompen, una guitarra que busca el soul, y un coro casi idéntico que hace sentir la tristeza, la desesperación, la soledad, tanto de esa lluvia púrpura que caía, como del hotel sólo y sucio y abandonado.

Y esto, ¿es homenaje? ¿es utilizar un modo similar de contar una historia? ¿es un plagio? ¿es una casualidad? Difícil decirlo, pero escuchadas seguidas, puestas una tras otra, las canciones parecen hermanas de la misma desesperación, del mismo dolor. Y más que en música o inspiración en eso es en lo que son hermanas, en el dolor que transmiten, un dolor hermano, hijo de la misma música.


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