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sábado, octubre 18, 2014

PRISIONEROS: EXPLORANDO EL MAL


¿De dónde viene la capacidad para hacer el mal? ¿Estamos programados para hacerlo? La capacidad de los seres humanos para dañar a sus semejantes, para que sus instintos les dominen y vayan encaminados a conseguir con el dolor y la violencia algo de otros seres humanos parece estar ahí desde siempre y no deja de manifestarse incluso después de miles de años de vivir en sociedades.

Prisioneros, habla precisamente de esa capacidad del ser humano para ser malvado y de cómo se vuelve así, de las razones, comprensibles o no, que motivan a un ser humano a ser hostil y dañino para la sociedad y el resto de los seres humanos.

La película parte de una historia mil veces contada, la desaparición de unas niñas, y a partir de ahí vemos cómo los responsables de encontrarlas, los padres y la policía, van saltándose normas legales y sociales para llegar a encontrarlas.

Pero cuenta también la historia de aquellos que las tienen encerradas, aquellos que primero se saltaron las normas y cuyas motivaciones y métodos y crueldad llegan a cuestionarse, buscando incluso alguno de ellos el perdón y la salvación.

Además de esas motivaciones, más o menos entendibles, para la maldad, para sobrepasar las normas, la película muestra paisajes y normas sociales que oprimen al ser humano, realidades que le hacen cuestionarse las normas sociales y religiosas que les controlan.

Una película de sorprendente tensión y crueldad, donde todas acaban por ser prisioneros, sino están encerrados, sí de sus propios errores, de sus instintos y de su maldad.



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