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jueves, enero 19, 2012

EN SERIE

Estos últimos días he llevado vida de rata. No he salido de casa más que lo necesario, que ha sido renovar mis cervezas. Aproveché y tiré las vacías. Y las reciclé. En todo este tiempo he estado viendo la tele. ¿Por qué? ¿Ponían algo interesante? No, ese no ha sido el caso. Pero he pillado una serie que me ha vuelto loco y que  no he podido dejar.
Trata de un médico que es policía también y que por las tardes trabaja en un instituto. Además tiene una vida sexual de lo más concurrida. Y unas frases fabulosas. Yo quiero hablar como él, pero no me sale.
A estado toda la temporada intentado resolver un caso dificilísimo en el que un asesino no mataba a nadie, pero demostraba que podía haberlo hecho. Pero como los asesinados eran buena gente no los mató. Al final ha resultado que el asesino era el protagonista, pero como no los mató ni los hizo daño no le han condenado, sino que le han dado una especie de medalla.
Además, en el instituto atendió el parto de una alumna y llevó a abortar a tres profesoras (embarazadas de alumnos, conserjes y otros profesores). Como médico consiguió que no muriera ninguno de sus pacientes y conocer a tres enfermeras tremendas. Y ha tenido tiempo de sacarse la carrera de abogado así que la próxima temporada va ser la leche. Aprovecharé para salir ahora de casa, porque cuando empiece no volveré a salir.





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