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jueves, marzo 10, 2011

UN MAL DÍA

  • Porque en realidad toda esa gente, cleptómanos, piscifílicos, pantofóbicos, solo quieren amar y ser amados, quieren ser escuchados, quieren ser aceptados tal y como son, quieren ser ellos y, sobre todo, quieren que alguien les quiera. Todo lo demás en ellos es circunstancial, todo lo demás se puede calmar con alguien que les de confianza, que les coja la mano cuando lo necesiten. O que esté con ellos.

  • ¿Y tú?

  • Yo también lo necesito. Por eso hablo contigo y te cuento todas esas cosas. Si no lo hiciera todo sería más difícil. Además sé que tú y yo nos queremos. Y sé que me puedo emborrachar a tu lado. Sé que tu tocas la guitarra para que te quieran. Sé todo lo que necesito saber. Incluso que quiero otra copa.

  • Pero yo no quiero que me quieran. Ni siquiera quiero que tú me quieras.

  • Eso dicen todos. ¿Esta es la cuarta o la quinta?

  • Da igual, ya pago yo.

  • Te quiero.

  • Es mejor si me lo dices cuando no vas borracha.

  • Todos tenemos un mal día. A ti tocan los míos. Fastidiate. ¿Por qué siempre hablamos de esto en los bares?



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