Publicidad

lunes, febrero 14, 2011

SIN INTIMIDAD

La cuestión es que ya no hay libertad para hacer ninguna cosa. No hay manera. Siempre hay ahí una televisión que te graba y te fastidia sacando por la tele lo que andas haciendo en tu tiempo libre. Ya es molesto que te graben trabajando o sacando dinero, pero si ni siquiera cuando estás borracho te libras de esos pesados apaga y vámonos.
Te fumas no sé qué y provocas un accidente en una piscina, la tele te saca. Te emborrachas, te echan algo en el pelo y ahí estás en la tele. Sales de la cárcel un rato, a la tele. Cocinas la tortilla de patatas más grande del mundo y claro, te sacan en la tele. Ganas la copa del mundo de mus, a la tele.
No sé si tiene que ver con la proliferación de canales, con que hasta las comunidades de vecinos tienen su canal y por tanto horas de contenido que rellenar. O si tiene que ver con que la vida es mucho más interesante que la tele y que la imaginación gastada de los guionistas. O si es sólo casualidad. Pero la cuestión es eso, que no se puede hacer nada libremente, salir de marcha, ir al centro comercial, pasar la revisión, cocinar, beber, morirse,...
El otro día me fui a Tailandia a no sé qué y una noche de estas me sacarán por la tele. No puede uno ni irse de señoritas a un país extranjero sin que te siga un cámara a darte el coñazo y quitarte la libertad y la felicidad. Qué asco de cosas de la vida.


Antes estos eran los únicos cámaras que te seguían al parque

No hay comentarios: