Publicidad

viernes, julio 16, 2010

MUCHO TRABAJO

En la siesta de la tarde, tras la copiosa comida, con los patos dormidos a mis píes y la terapeuta dormida en el sofá de al lado, pongo la tele. Una llanura calurosa, el curso de un río que no parece agotarse. Me quedo dormido.

Estoy conduciendo un coche. Llevo una radio, una tele, una nevera. Todo el rato viene gente a verme, a pedirme cosa. Gel. Agua. Sales. Barritas. Que se le ha roto algo. Adelanto a todos y me voy adelante. Uno de los míos está aquí.

Hay que atacar, muchacha, hay que atacar. Le grito desesperado. Pero si no vamos a ningún lado me dice. Y yo le digo que sí, que hay que atacar, que nunca se sabe, que una caída, que un pinchazo, que un abanico, que algo. Así que el chico ataca. Pero le cogen. Aunque les hace sudar un poco.

Después sube al pódium y cuando baja me dice, tenías razón y yo le digo, no te acostumbres, no suele pasar, casi nunca la tengo.

Despierto y me ponen una cerveza en la mano. Qué bueno es este calor.


Cuánto trabajo

No hay comentarios: