Publicidad

domingo, marzo 07, 2010

4

Como el camino es variado, el pensamiento también lo es. Cambia y varía de un lado a otro. Del pasado al presente. De lo que ve a lo que intuye. De lo que pasó a lo que vendrá. Un mensaje desde el pasado. La primera mujer. Hace ilusión pensar que aún se acuerda de uno aquella mujer. Y el pensamiento, como el camino que gira, cambia hacia ella. El primer día que la vi. Aquellos días que la veía llegar con la vestimenta diaria, colegial. La primera vez que sentí la punzada esa que luego llamé, precozmente, adolescentemente, ¿equivocadamente? amor. El otro día, el día aquel que, después de mucho tiempo, sustituida ya por otra en el pensamiento, la confesé que un día la amé. Su nombre entero (¿por qué serán tan sonoros los nombres de las mujeres que se aman?). Por la memoria viene su imagen. Comparada con la tuya su imagen no es buena. Pierde. Pero el recuerdo, ese es imborrable. Sabemos cosas de ella. Las antiguas. Los hombres que admiraba, las discusiones estúpidas que sobre temas actuales manteníamos. Y nuevas también. El nombre del que dentro de poco será su marido. Recuerdo que guardo sus cartas en una caja. Y recuerdo que debo tirarlas, que debo hacerlas desaparecer, para que todo quede sólo en mi recuerdo y tal vez en el suyo. Y como el camino que gira y gira, como el paseo que da vueltas a los mismos lugares siempre, gira el pensamiento también. A ti.


No hay comentarios: