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miércoles, febrero 03, 2010

LETRAS TRISTES III

La vida es una canción. No realmente, es una metáfora. Lo que quiero decir es que la vida te da para hacer una canción. Continuamente. Sobre todo a mí me da para hacer blues. Llevo el ritmillo ese del blues por todas partes. Y lo pongo en las canciones.

Felipe ayer ligó. Tú dirás, ¡qué novedad! Y yo digo, cierto, menuda novedad. Felipe siempre liga. Cosa inexplicable por otro lado. A veces tiene la misma conversación que un ladrillo. La cosa es que sí, ligó. Y la muchacha era joven. No muy joven, pero lo suficientemente joven como para llevar aparato en los dientes. Parece ser que hay un gusto especial en besar unos labios con hierros. Yo no lo sé. No lo he probado.

Felipe, para el que no lo sepa, lleva un piercing. No ahí no. lo lleva en el pezón izquierdo. A la muchacha le entusiasmó el descubrimiento. Por lo visto le encantó. Y al resto, según Felipe, también. Para eso lo puso, ¿por qué si no ponerte un piercing donde nadie lo ve?

El caso es que la muchacha al ver el piercing se lanzó a él. Sacó la lengua con timidez y lo lamió. Le gustó se emocionó, se lo metió en la boca y sí, tragedia, el aparato y el piercing se enredaron. Varios tirones, gritos y golpes en la cabeza de ella después ambos salían por la puerta en esa bonita postura buscando ayuda. Me preguntaron a mí, pero me desmayé de la risa. Así que se fueron a una ferretería y allí un buen hombre consiguió despegarlos. Después Felipe se acostó con la muchacha, porque por los visto el aparato sirve para más cosas o no sé qué.

Yo, después de recuperarme hice una canción con letra triste. Un blues, por supuesto, al perdido piercing de Felipe, al perdido pezón de Felipe.


Junta tu hierro con el mío

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