Publicidad

sábado, febrero 14, 2009

SAN VALENTÍN

Caminaba San Valentín por la calle sumido en sus pensamientos sin mirar nada alrededor, como era su costumbre. Estaba un poco apesadumbrado. En los últimos años su vocación había ido mermando, pero este último era ya demasiado.
La crisis económica tenía revuelto al personal. Las parejas se hacían y no se deshacían. Pero él no tenía nada que ver con eso. Era un problema económico. Se juntaban por recortar gastos y no se separaban para no incrementar los gastos. Según sus cuentas, del 12% menos de divorcios que se habían producidos, ninguno tenía relación con él.
Era su día y tenía previstas unas visitas. Los últimos reductos del amor. La primera era a un poeta amoroso, Rubén. Pero le pilló en mal momento. Hacía meses que no escribía nada relacionado con el amor. Ahora escribía patéticos cantos a la pérfida Champions Leage. Y las canciones de amor que cantaba iban dedicadas a ella, ¿En qué estrella estará?
Después visitó a una pareja de adolescentes. Pero por más que miró con sus gafas especiales de amor no encontró rastro de este. Estaban llenos de sexo, eso sí. Pero nada de amor. ¡Adolescentes pensando en sexo! ¡Si ni de los adolescentes te podías fiar ya…!
Su siguiente pareja eran unos recién casados. Pero tampoco allí había amor. Había una declaración de hacienda grande como un piano de la que San Valentín el hombre no entendía ni jota.
Encontró, sí, muchos enamorados imposibles, enamorados de un amor imposible, de una entelequia, pero esos no le gustaban. ¡Eran tan pesados!
Visitó parejas de todas clases y vio uniones, sí, pero ninguna por amor. Uniones por dinero, por zarpa, por prestigio, por conveniencia al fin y al cabo.
Lo más aproximado que encontró fue una pareja de amigos que se miraban sinceramente.
Así que San Valentín fue al cielo triste, triste. Dios le recibió con los brazos abiertos.- No pasa nada, Valen, que esto mejorará, es la situación que no está para amores como los de antes.
Una sirena sonó en el reloj de San Valentín, era la que indicaba que una nueva pareja se había enamorado. Hacía días que no sonaba. San Valentín bajó volando a la tierra y encontró a la pareja amartelada, haciéndose cariñitos y mimitos. San Valentín sonrió, aún quedaba amor, aunque fuera entre los perros.


San Valentín

No hay comentarios: