Cuando aquella mujer le rechazó el hombre esbozó una sonrisa de satisfacción. Sabía que plantaba para recolectar. Sabía que un día volvería. Sabía que ese no de hoy sería un sí para mañana. Y si no era así él lo creía, que al fin y al cabo es lo que cuenta.
No era como esos otros rechazos, implícitos o explícitos, que había sufrido el resto de su vida, esas otras mujeres que le habían rechazado. Esas otras gentes que lo habían echado de su vida. No era un rechazo real. Era un rechazo que ni dolía ni necesitaba ser curado.
Así que el día aquel en que finalmente ella se casó con el otro y desapareció de su vida para nunca más volver a aparecer, nuestro hombre entró en un bar y se emborrachó como un lemur. Una vez más su visión del futuro había sido nefasta. Al menos esta vez le quedaba su cuenta corriente más o menos intacta.
Coge el puente y...
2 comentarios:
Cuantas veces vemos a una chica y le decimos, el proximo finde le digo algo, y así uno tras otro tras otro, hasta que al final esa chica... tiene novio o se casa.
Ese paso... ¿Por que es tan dificil?
Quizás por miedo a darnos la hostia que se dio este hombre... pero sin riesgo...
Lo de la predicción de futuro dejemoslo para otros
Pues las hostias hay que darselas. ya lo decía Bertín osborne: "El no ya lo tienes".
Y Rubén genial, siempre echando un cable a la tan atareada Creatura.
Eso sí, igual que es prolífico en posts, sus comments son una especie extinguida. Tío, ¡Ni lo uno ni lo otro!
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